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Siempre me ha gustado caminar. Caminar me ayuda a pensar, a sentir paz, a maravillarme de las pequeñas cosas de la vida, y también me ayuda a descubrir libros en los escaparates de las librerías. Eso sí, pocas veces me he enamorado de un libro al verlo exhibido en una vitrina, pero la curiosidad y esperanza de que ocurra me hace girar la cabeza inévitablemente hacia esos lugares. Justamente, en una de esas caminatas fue que conocí este libro, pero en ese momento no me atrajo en lo absoluto. Por qué? La razón fue sencilla : El título del libro. Cuando leí el título creí que sería un libro lúgubre, tedioso, aburrido y que sería uno de esos textos relacionados con la religión que se convierten en temas polémicos. Además, la portada tampoco ayudaba en nada porque en esa edición aparecía una imagen de algo que podría ser un castillo, una iglesia o un claustro, y eso me dio a entender que trataría sobre monjes franciscanos o algo así. Durante los siguientes años veía publicaciones en Facebook sobre este libro, pero como estamos expuestos ante tanta información simplemente las ignoraba. Sin embargo, hace como tres años leí la sinopsis aquí en Goodreads y me llamó la atención, pero tuvieron que pasar meses y años hasta que finalmente me animara a leerlo después de ver tantas reseñas buenas por todas partes. « Y saben que aprendí ? Aprendí que no me puedo dejar llevar por las apariencias y que siempre debo leer la sinopsis de un libro antes de ignorarlo. Mi actitud estaba haciéndome perder un libro increíble, uno de los mejores que he leido en mi vida.
Antes pensaba que un sanatorio mental era un hospital más, pero la realidad es muy diferente: Es un lugar para enloquecer. Torcuato Luca de Tena ha hecho un trabajo tan destacado que incluso llegó a vivir un tiempo allí para conocer en profundidad los casos de los pacientes que usaría en su historia. Y los que eligió, son casos tan espeluznantes que una persona cuerda no podría imaginar que existan seres con problemas tan tombes. Después de leer este libro no volveré a usar la expresión «estoy loco» cuando hablo en voz alta, cuando siento que nadie me entiende, o cuando simplemente estoy en un estado de frenesí por escuchar mi música favorita con volumen alto. Non, usar esa expresión sería una burla ante tantas personas que en este momento están luchando por superar sus problemas mentales; y non es que esas personas sean débiles o ignorantes, es que el cerebro es tan poderoso que en caso de funcionar mal, se puede convertir en un poderoso enemigo que afecta la vida de cualquier persona. No debemos juzgar a quien padece de un trastorno mental porque nadie sabe lo que pasa en el cerebro de otra persona. Asimismo, este libro me hace admirar el trabajo de quienes cuidan a estas personas: Ellos son los verdaderos héroes.
Tal y como indica la sinopsis, la historia trata sobre la estancia de Alice Gould en un sanatorio mental. Alice es alojada en ese lugar debido a un peligroso trastorno psicológico que tiene, aunque, ella afirma que eso es mentira y que realmente viene a investigar un crimen que sucedió allí. Por lo tanto la premisa del libro es descubrir si Alice efectivamente tiene la razón o está completemente loca. Y quizás eso se podría descubrir fácilmente si el personaje principal fuera otro, pero al ser Alice, es muy difícil inclinarse por una elección. Ella es elegante, se gana la confianza y aprecio de todos con su amistad y nobleza —incluso del lector—, y tiene una inteligencia tan impresionante que por momentos parece Sherlock Holmes pero versión femenina. Con una persona tan agradable para hablar y capaz de responder siempre correctamente, es muy difícil no creerle porque todas sus respuestas tienen mucha lógica; pero a la vez, los diagnósticos dicen algo diferente y como lectores sentimos todo el tiempo confusión por no saber que creer. Los demás personajes también están bien desarrollados, como el caso del doctor Alvar, los gemelos Rómulo y Remo, o Ignacio Urquieta. Sin embargo, la genialidad de Alice es la que realmente sobresale entre cualquier personaje del libro.
En cuanto a la prosa también me gustó porque las conversaciones que se desarrollan entre los personajes son muy interesantes, divierten, no son fanfarronerías y son dignas de destacar. Como ejemplo de ello, este es un fragmento de un diálogo entre el doctor Teodoro Ruipérez y Alice Gould :
— Es usted tenaz, docteur. De haberlo querido hacer, tampoco hubiera podido. Pues lo ignoro todo acerca de los venenos.
—¡Realmente extraño en una licenciada en Químicas !
—Docteur, no sería impossible que durante mi estancia aquí tuvieran que operarme de los ovarios. ¿Sería usted mismo quien me interviniese?
— Impossible, señora. Yo no entiendo de eso.
—¿Pas d’entiende usted? Realmente extraño en un doctor de Medicina !
—Mi especialización médica es otra, señora mía.
—Señor mío : mi especialización química es otra también.
Este tipo de genialidades las encontramos todo el tiempo. Quizás el único dgusto relacionado a su prosa, es la manera como al inicio incluyó las historias de los pacientes que estaban internos en ese lugar. No fue desagradable leer esas páginas, pero si fue difícil diferenciar estos personajes porque Torcuato presentó de inicio muchos pacientes, y ni sus apodos ni sus trastornos mentales me ayudaron a distinguirlos en ese momento. Además, como Torcuato era periodista, decidió usar ese estilo para presentar estas historias, pero, personalmente, me gustó más su prosa literaria que su estilo periodístico.
Los renglones torcidos de Dios se ha convertido en un libro tan especial, que incluso ha surgido en mí el deseo de visitar un buen psicólogo (a) para contarle los pensamientos más ocultos y oscuros de mi mente. Quiero que descubran mis miedos más profundos, mi personalidad, mis habilidades, mis defectos, todo: Siento mucha curiosidad por lo que se pueda revelar. Así como el silencio, la meditación y los momentos angustiosos me ayudan a percatarme de facetas ocultas en mi vida, de la misma manera asistir a varias terapias podría ayudarme a conocer otras ya potencializar mis talentos ocultos, y quizás vivir. Es más, para las personas que sienten que nadie les pone cuidado, ir a un psicólogo sería una excelente opción. Sí, ellos solo lo harán porque estamos pagando un servicio, pero hacerlo nos ayudará a suplir esa necesidad de sentirnos escuchados.
En résumé, un livre súper intrigante, con un ritmo intenso por momentos, con mucho suspenso en sus páginas y que además de entretener nos ayuda a conocer cómo es la vida en un hospital psiquiátrico. De inicio a fin he quedado satisfecho con lo que he leído. Lo releere? Sin duda alguna. Libros como este, que nos causan todo tipo de sensaciones, son los que valen la pena releer muchas veces más. Cinco estrellas es mi calificación, no lo dudé en ningún momento. Libro muy recomendado.
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